Con el fuego y la guitarra

Hace más de un año de la última vez que tuve la oportunidad de estar con  mis escouts en un campamento. Soy miembra de la asociacion de los escouts desde que tenía 6 años y en mi memoria los escouts solo se conectan con buenos recuerdos y miles de oportunidades que tenía durante estos años para mi desarrollo personal - campamentos de verano que siempre fueron super divertidos, fines de semanas en algunos chalets en los bosques de Eslovenia, cursos de formación al lado del lago de Bohinj, que es una maravilla y cuando fui más mayor también cursos de foramción en Sicilia, en Cáceres, campamentos en Islandia y Kenya. Al fin de cabo también mi SVE en Caspe era gracias a la asociacion de scouts, porque fueron mi organización de envío. Todas las cosas que aprendí durante los años y el sentido de responsabilidad, independencia y libertad que gané, fueron gracias a trabajar en la asociacion. Y lo más imporante todos los lazos que hemos creado durante estos años con otros miembros que poco a poco fueron convirtiendose en amigos muy buenos. Pero poco a poco cada uno fue creando sus caminos en la vida y ahora quedan cada vez menos oportunidades para quedar, hablar, disfrutar y hacer diferentes actividades.

Pero hay una cosa que todavía nos une bastante. Y son las actividades, que ahora estan realizadas por los escouts más jóvenes, que han venido despues de nosotros. Lo hemos dejado en sus manos, pero de vez en cuando todavía nos piden ayuda con diferentes actividades y nos sentimos orgullosos, que fuesemos capaz de educar a la siguiente generación y ver que son capazes de organizar actividades y organizarlas bien!

También nos sentimos bien porque nos piden ayuda y todavía confian en nosotros. Y por otra parte estas son las pocas oportunidades que nos quedan para pasar tiempo juntos. Y en estos momentos - alrededor del fuego haciendo la cena, con la guitarra cantando las canciones que hemos cantando mil veces y charlando sobre nuestras vidas o cualquier tonteria que nos viene en la cabeza  nos damos cuenta de como echamos de menos estos momentos de tranquilidad y felicidad. Y lo tenemos muy claro porque hemos dado tantas horas, tanta energía y a veces también nuestro propio dinero, trabajando como voluntarios y lo hubieramos hecho una y otra vez!