Poco a poco esta viniendo la primavera, las temperaturas están subiendo y también llegó el tiempo de que vengan mis primeros visitantes Eslovenos.Limpiar el piso, preparar camas extra, comprar comida, hacer horarios para quedar con ellos ... la ultima semana antes de su llegada estaba muy ocupada. Pero cuando vinieron por fin, valió la pena todo el trabajo y esfuerzo.
Después de tres meses comunicándome solo en español y a veces un poco en ingles te parece casi increíble que puedas pasar medio día hablando en Esloveno y que la gente te entiende y te responde. Además te das cuenta como de verdad echas de menos las cosas pequeñas de la vida cotidiana de tu país y aun más como echas de menos toda esta gente que las conoces prácticamente de tu infancia. Las bromas tontas que solo se entienden dentro tu grupo de amigos, conversaciones sin fin, muchas risas e intercambio de todas las noticias.
Creo que tengo mucha suerte con mi organización de acogida, porque son muy flexibles y comprensibles. No había ningún problema en coger una tarde o dos libres para pasarla con ellos y visitar los pueblos cercanos. Aunque la semana de su visita pasó muy rápido, me trajeron muchas noticias y mucha alegría. Pero al final también me di cuenta que estoy muy a gusto aquí, que mi trabajo y Caspe me gustan mucho y mientras siga en contacto con mis amigos no quiero ni pensar en salir de aquí.