17 abr 2013

Cambios, cambios y más cambios.... ay ay ay aaaay!!!!


El otro día fui de mi trabajo a casa, pensando en las cosas que tengo que hacer cuando de repente oí voz femenino saludando me:"¡Hola, Maja!" Me giro y ... "joder no se quien es" ... me sonríe y después de un saludo breve añadí "tengo mucha prisa."

Si, si seguro que esto nos paso a todos alguna vez. El problema es , que a mi me pasa esto aquí mucho. Llegar a una cuidad y conocer 5 personas nuevas casi cada día ... al final me resultó bastante difícil recordar todos los nombres. Pero supongo que esto solo es un paso más en la adaptación de mi nueva vida. Como muchas otras cosas.

Por ejemplo los horarios. Incluso después de 3 meses viviendo en España todavía tengo problemas con cosas muy cotidianas - cuando están abiertas la tiendas, las oficinas, los bancos, cuando se levanta la gente y cuando se van a dormir. Son cosas que en nuestra cultura y en nuestros países nos resultan algo normal. Una cosa que nunca pensé antes, pero ahora en una cultura nueva me doy cuenta que son cosas muy importantes y muy distintas de lo que estoy acostumbrada.

Poco a poco me estoy acostumbrando a mi horario - llegar a casa al mediodía, salir a trabajar otra vez por la tarde y volver a casa sobre las ocho. Antes nunca tenía una jornada dividida y estaba acostumbrada llegar a casa y por la tarde hacer actividades diferentes. Pero aquí al principio me pareció imposible hacerlo.

 













Si, la vida cotidiana en otro país tiene muchos retos pequeños, pero son estos retos los que tienen un encanto especial. Cuando entras en el bar y el camarero sabe como quieres tu café, cuando te saluda la gente en la calle, cuando te quedas sin pan por los dichosos horarios y cuando gente que hace poco eran extranjeros te invitan a una cena o barbacoa ... son cosas que hacen mis días llenos e interesantes y poco a poco me estoy dando cuenta que esta pequeña y hace poco desconocida ciudad de verdad se está convirtiendo en mi nuevo hogar.